Con la llegada del buen tiempo y las comuniones, proliferan los lugares que ofrecen castillos hinchables para el disfrute de niños y adolescentes.
Pero este tipo de instalaciones no siempre cuenta con la supervisión de un profesional, ya que la legislación es escasa y no contempla todos los supuestos.
Ante este vacío legal, muchos de estos hinchables no están sujetos a una inspección obligatoria, circunstancia que pone en entredicho su seguridad.
Casi no hay cumpleaños o celebración infantil donde no estén presentes los juegos inflables; sin duda, jugar en un castillo hinchable es una de las actividades favoritas para los niños; los niños pueden pasar horas saltando, corriendo y riendo.
Los niños son un terremoto y seamos sinceros, aunque lo intentemos, nadie está todo el tiempo mirándolos.
Sin embargo, es fundamental que se usen de una manera adecuada para evitar los accidentes o lesiones.
Por ello, confiamos en que los parques y atracciones donde los niños juegan y se divierten cumplan con todas las medidas de seguridad pertinentes para disfrutar del momento sin ningún incidente.
Existe un comportamiento generalizado por parte de las empresas organizadoras de no dar importancia a estas medidas de seguridad, sobre todo en esta época de crisis en la que se busca ahorrar costes de cualquier sitio.
Todos recordamos el accidente en Gerona en el que un castillo hinchable voló unos 40 metros por encima de un rejado y causó la muerte de una niña, y heridas graves a otros menores.
Como siempre estos accidentes ocurren por una falta de previsión, por desconocimiento de uso en muchas ocasiones y sobre todo por no respetar las normas preventivas.
Suelen ser instalaciones de alquiler para fiestas, ya sean públicas o privadas y por eso debemos ser muy cautelosos con exigir y cumplir los requisitos de seguridad.
Es por ello, que en la Asociación Española de Juegos Hinchables queremos hacer un ejercicio de concienciación y repasar la normativa de seguridad que deben cumplir las atracciones hinchables en cuestión de aspectos de diseño, fabricación e instalación
Al igual que solicitamos seguridad en los centros escolares, en nuestros vehículos y en nuestras casas, debemos exigir también esta seguridad en el ocio y la diversión. Para eso debemos de conocer todos esta normativa y pedir el cumplimiento de la misma.
Es un problema de difícil solución. «Tal como está hoy en día la legislación, la única opción es que todo aquel que quiera poner en funcionamiento un castillo hinchable pequeño llame a un ingeniero técnico industrial para que supervise la instalación y que este emita un certificado en el que se acredite la seguridad de la misma», apunta la decana del COGITI Valencia.
«Pero somos conscientes de que hay miles de propietarios que no quieren pagar unos pocos euros más para garantizar la fiabilidad de una atracción que parece inofensiva.
Debe haber una concienciación por parte de los mismos y cambios legislativos para asegurar la seguridad de la ciudanía en este ámbito. De momento, no podemos obligar a la gente a contratar un técnico, eso ha de hacerlo una ley que de momento no existe», concluye la señora Gómez.
Cuando se trata del ocio infantil hay que tener en cuenta muchas cosas a la hora de llevarlo a cabo
Uno de los puntos más importantes a tratar es la responsabilidad y, en este caso, queremos hablarte de la gran responsabilidad que tienen los monitores que están a cargo de los hinchables, así como de la responsabilidad de la propia empresa encargada del mantenimiento y montaje de los castillos hinchables.
Teniendo en cuenta todo lo expuesto, se recomienda hacer un uso responsable de estos juguetes y seguir al pie de la letra las normas de uso de castillos hinchables y colchonetas.